martes, 24 de abril de 2012

PRESOS F.I.E.S

F.I.E.S.: Fichero de Internos de Especial Seguimiento. Es un instrumento utilizado por la administración penitenciaria con diversos objetivos de control.
Este fichero incluye 5 grupos en atención a delitos cometidos, repercusión social de los mismo, pertenencia a bandas organizadas y criminales, peligrosidad, etc.
Se ejercen una serie de controles por el centro penitenciario sobre el interno como por ejemplo: grabación de todas las llamadas telefónicas, control de la comunicación del preso con el abogado, demora en exceso para lograr los Permisos de Salida, y muchas más.

Aquí os dejo un vídeo que puede ser de interés sobre el tema: http://www.youtube.com/watch?v=aESGAaw9CLY

María Peinado Villegas.

CENTROS DE MENORES


En España nos encontramos con muchos menores que van de centro en centro.
Tenemos dos tipos de centros, los de menores, y los de reforma, dónde van a parar los niños sin familia o los niños tutelados por la administración, porque sus padres no quieren, no saben, o no pueden hacerse cargo de ellos.
Son centros con funciones diferentes, a los que van menores con situaciones distintas, pero muchos de los que entran en los centros de menores acaban en los centros de reforma, por lo que hay que preguntarse si estos centros son adecuados y su planteamiento es el correcto.
Además, desde 2001, las Administraciones han entregado la gestión de estos centros a entidades privadas sin ánimo de lucro, que manejan cantidades increíbles de dinero. Un ejemplo de este tipo de asociaciones es O’Belén, que ha recibido numerosas críticas por su organización y sus empleados.
Aquí os dejo algunas preguntas para que reflexionéis:
¿Debería ser la Administración la gestora de estos centros para su correcto funcionamiento? 
¿Realmente son útiles estos centros?

Bigliografía: http://www.rtve.es/noticias/20100928/documentos-menores-guardianes/357335.shtml

Rosa María Montero Bellido

domingo, 22 de abril de 2012

LA REINSERCIÓN (2)


A pesar de que la REINSERCIÓN es la función actual de las prisiones (Constitución en su artículo 25.2, Ley Orgánica 1/1979 General Penitenciaria de 26 de septiembre, Real Decreto 868/2005 de 15 de julio, Real Decreto 190/1996 de 9 de febrero), no todos los presos pueden acceder a ella. 

La reinserción se lleva a cabo mediante programas de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Ministerio del Interior). Estos programas podemos dividirlos en dos tipos de reinserción: la reinserción social y la laboral. 

Dentro de la reinserción social encontramos actividades ocupacionales y culturales destinadas a mejorar la autoestima del preso, crear redes sociales y motivar. Y actividades deportivas para mostrar otro tipo de ocio y fomentar valores como el compañerismo y el espíritu de superación. 

La reinserción laboral incluye programas de formación, trabajo dentro de la prisión y enseñanza, tanto reglada como no; todo esto ayuda a los presos a implantar unos hábitos que van a tener que reproducir cuando cumplan su condena. Además también se crean convenios con empresas privadas para que los presos puedan trabajar. 

Pero ¿todos estos programas realmente funcionan? ¿La cárcel cumple su función? 

Bibliografía: http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/Reeducacion 
http://oatpfe.es/portada/AreasdeActividad/TrabajoPenitenciario/seccion=1179&idioma=es_ES.do 

http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/SC-1-076-09_cas.pdf

Miriam Sanz

martes, 10 de abril de 2012

TRABAJO SOCIAL EN PRISIONES

Una prisión es una institución social, oficial y legitimada por leyes y reglamentos, que dispone de equipos profesionales, recursos humanos y materiales. Pero, cuando pensamos en una prisión nos asaltan las dudas: a la vez que controla las desviaciones y corrige conductas, ¿propicia el crecimiento personal y la reinserción social de los internos?.

La acción social llevada a cabo en las prisiones contribuye al desarrollo integral, inserción social y paliación de las quiebras del recluso debido a su ingreso en prisión; y se articula en los centros penitenciarios mediante Trabajadores/as Sociales. Pero, ¿para qué sirve la legitimidad del respeto por la dignidad humana que abandera el Trabajo Social si le corrompe un matiz asistencialista, reparador, reproductor, perpetuador de conductas, que instrumentaliza al sujeto para la demanda, objetivándolo?

En la exposición en clase trataremos muchos más puntos como las funciones del/a Tabajador/a Social o los problemas que se encuentra ante una intervención; y reflexionaremos guiados por las siguientes preguntas:
- ¿El Trabajado Social penitenciario tiene mayor protagonismo burocrático que de tratamiento de los presos?
- ¿Qué papel han tenido y tienen los/as Trabajadores/as Sociales dentro de la reproducción de la imagen social de la profesión tan ligada a la burocracia?
- ¿Es posible ejercer el Trabajo Social de una forma metodológica, comprometida, responsable y flexible; en vez de estructurada, dependiente y complaciente? 

Haciendo incapié en la intersección entre teoría y realidad, queremos remitiros al blog Diario de un Preso, en su publicación "La mentira del Trabajo Social penitenciario":


Aquí os dejamos dos frases que nos ayudarán en la reflexión:
La reflexión crítica es una praxis liberadora, sin soltar por ello discursos divorciados de la realidad [...] Podemos pensar en el Trabajo Social enfocado desde una actitud de vida más que desde la debida actitud"
Jose Antonio Acevedo
No se trata de hacer por los otros para resolverles los problemas, sino de ayudar a crear las condiciones bajo las cuales una persona desarrolla su propia capacidad para resolverlos
Ezequiel Ander Egg


Esther Trenado León y Luna Murillo Teruel
Grupo A2-1

CONSUMO Y TRÁFICO DE DROGAS EN LAS CÁRCELES ESPAÑOLAS:
Más de la mitad de los presos consumen drogas en las cárceles españolas. El problema de las drogas en prisión no se limita a los problemas que acarrea su consumo, existe un círculo vicioso que se autoalimenta en las instituciones penitenciarias entre los propios consumidores y las mafias que se forman para mantener el consumo y para la introducción de sustancias. Muchos presos aprovechan sus permisos de salida o la visita de familiares para introducir todo tipo de sustancias tanto para consumir como para el intercambio con otros reclusos porque es una forma fácil de conseguir dinero.
Parece que las prisiones son caldo de cultivo para el consumo de drogas, sin embargo, las medidas para evitar que entren drogas en la cárcel son insuficientes. En los controles de acceso a la prisión por donde entran familiares y presos de permiso, las máquinas detectoras de estupefacientes se activan sólo si hay sospechas. Además, estas máquinas no detectan si la droga va dentro del cuerpo. Por otro lado, los jueces no dan permiso para utilizar rayos-x porque esto afectaría a la salud de los internos. Algunas cárceles disponen de módulos terapéuticos donde los presos se vigilan unos a otros para no consumir, pero son pocos los que asisten a estos módulos ya que los tratamientos son muy duros. ¿Cómo pueden endurecerse los controles de drogas en el acceso a las prisiones sin violar los derechos de los reclusos? ¿Se debería evitar a toda costa que consuman y trafiquen?  
Verónica Pastor Fernández

Bibliografía:
http://www.msps.es

lunes, 9 de abril de 2012

Mujeres en prisión: modelo de intervención en el Centro Penitenciario de Alcalá de Guadaíra

En las prisiones de España, las mujeres, al ser menos cantidad y mostrar menor conflictividad, han sufrido una serie de discriminaciones con respecto a los presos hombres como por ejemplo la precariedad de espacios, mezcla de perfiles criminales… Por eso, en el Centro Penitenciario de Alcalá de Guadaíra, se lleva a cabo un programa de intervención basado en las necesidades y características de las presas en ese centro.

Las mujeres viven el hecho de entrar en prisión de forma diferente a los hombres, tienen unos perfiles, necesidades y preocupaciones que han de ser atendidas y respetadas, muchas de estas mujeres, fuera de prisión dejan una serie de obligaciones, al ser la mayoría de ellas cabeza de familia, que les producen ansiedad y angustia al no poder hacerlas frente en su situación y al no tener en muchos casos a nadie que se haga cargo de éstas durante su ausencia.

También es importante atender a las causas por las cuales han entrado en prisión. No solo se fijan en la tipología de los delitos cometidos, sino en otra serie de factores de vulnerabilidad que conducen al delito, como pueden ser el nivel educativo, el haber tenido una infancia difícil, no haber trabajado nunca o en trabajos poco remunerados y poco reconocidos socialmente, poca estabilidad mental, en muchos casos agravados por el abuso de medicinas, alcohol y otras drogas, o pertenecer a minorías étnicas…Todos estos factores que se ceban en los más débiles, facilitan la comisión del delito y muy a menudo se agravan con el internamiento, lo que hace más probable la reincidencia. Mediante una serie de programas de intervención adecuados a sus características, se pretende formar a unas mujeres desde donde por diversas causas, su proceso de socialización quedó interrumpido, parcial o totalmente según el caso.
Mª Verónica Viúdez